La Programación Neurolingüística (PNL) es una metodología que aglutina los modelos más eficaces para facilitar el desarrollo personal, con un enfoque fundamentalmente práctico.

La PNL surge en los años 70, cuando Richard Bandler, matemático e informático, y John Grinder, catedrático de lingüística, comenzaron a hacer un estudio sobre la forma de trabajar de los terapeutas más exitosos del momento: Milton Erickson, Fritz Perls, Virginia Satir… Analizaron sus maneras de funcionar y sus estrategias de comunicación con sus pacientes, demostrando que la “magia” de estos terapeutas seguía unas pautas que no sólo podían ser descritas sino también aprendidas.

PNL atiende a la programación de nuestra neurología y de nuestra lingüística. Desde que nacemos, los seres humanos empezamos a recibir estímulos a través de nuestros sentidos: vista, oído, gusto, olfato, tacto… Todos esos estímulos son procesados por nuestra neurología, formando un banco de datos que podemos llamar aprendizajes o programas, que determinan lo que pensamos, como lo hacemos, como percibimos el mundo, como sentimos, etc. Y también como nos comunicamos verbal y no verbalmente.

Así que la Programación Neurolingüística va a centrar su trabajo en tres ámbitos fundamentalmente: cómo percibimos lo que ocurre, cómo lo elaboramos en nuestra neurología y cómo lo expresamos en la comunicación. Cualquiera de estos ámbitos son vía de entrada hacia la mejora personal en la forma de afrontar las circunstancias que rodean nuestra vida.

No somos conscientes de la mayoría de nuestros programas, de nuestros procesos neurológicos, ni de nuestros procesos de comunicación. La PNL nos ayuda a conocerlos, a tomar conciencia de sus fortalezas y debilidades, y a cambiarlos, si es necesario, para desarrollarnos.

Esta información está desarrollada a partir de “El gran libro de la PNL”, de mi maestro Allan Santos y de Enric Lladó.
Es absolutamente recomendable si quieres saber mucho más sobre el tema

Desde mi perspectiva, la “magia” de la PNL estriba en la eficacia de sus modelos, posibilitando tomas de conciencia y cambios permanentes y duraderos que llevan a las personas con cierta rapidez mucho más lejos de lo que podían esperar. La utilizo dentro de mis sesiones de Coaching con mucha frecuencia.

Dentro de la PNL ha habido una evolución: la primera generación, versaba fundamentalmente acerca de la estrategias cognitivas, es decir, la “mente de la cabeza”. La segunda se acercó a las estrategias de conexión entre esa mente y lo somático a través de las creencias. La tercera generación de PNL, tiene que ver con la relación con el mundo a través del campo y de lo que creamos, e incluye niveles de conciencia más altos relacionados con nuestra identidad y con lo transpersonal. Esta tercera generación se hace preguntas relacionadas con nuestro lugar en el mundo a partir de nuestra identidad.

En más de 40 años de investigación, la aplicación de la PNL se ha extendido a múltiples ámbitos en los que la comunicación es básica: negocios, terapia, publicidad, deportes, educación, desarrollo personal… En estos espacios, la Programación Neurolingüística mejora la comunicación permitiendo la detección y modificación de patrones en las relaciones humanas, la consecución de objetivos y cambios, así como el desarrollo de una mayor creatividad, flexibilidad y conciencia personal en algunas de las siguientes áreas: